Hace ya 35 años desde que finalizó la dictadura, y sin embargo no todo ha cambiado en la mal llamada “democracia”. Antes, cualquier pensamiento contrario al régimen justificaba la tortura e incluso el asesinato, en la actualidad, no encajar con el conformismo establecido implica ser golpeado una y otra vez por un aparato represivo propio de los fascismos del Siglo XX.
Vivimos en un estado en el que la justicia es impartida a través del terror mediante la tortura, la privación de libertad y la imposición de multas económicas estratosféricas a los que alzan la voz. Un estado policial en el que las fuerzas de seguridad del estado constituyen la principal defensa de una elite capitalista dueña de los medios de información encargados de ocultar la realidad a los ciudadanos.
Vivimos en un estado en el que la justicia es impartida a través del terror mediante la tortura, la privación de libertad y la imposición de multas económicas estratosféricas a los que alzan la voz. Un estado policial en el que las fuerzas de seguridad del estado constituyen la principal defensa de una elite capitalista dueña de los medios de información encargados de ocultar la realidad a los ciudadanos.
Todo ello, es fácilmente demostrable en nuestra ciudad.
En Abril de este mismo año, fuimos testigos de un montaje policial sin precedentes cuando miembros de las fuerzas de seguridad del estado, irrumpieron en un local vinculado a la asociación 23 de Abril y a sectores del antifascismo burgalés. Dicha intervención, se saldó con la detención de 7 compañeros acusados de “tenencia ilícita de explosivos” que durante 48 horas sufrieron amenazas, chantaje y tortura psicológica en las dependencias policiales. Mientras tanto en un intento de criminalizar al movimiento antifascista, los periódicos locales hacían eco en sus portadas de la noticia, olvidando mencionar que “los explosivos” no eran otra cosa que sencillos productos de limpieza.
En Abril de este mismo año, fuimos testigos de un montaje policial sin precedentes cuando miembros de las fuerzas de seguridad del estado, irrumpieron en un local vinculado a la asociación 23 de Abril y a sectores del antifascismo burgalés. Dicha intervención, se saldó con la detención de 7 compañeros acusados de “tenencia ilícita de explosivos” que durante 48 horas sufrieron amenazas, chantaje y tortura psicológica en las dependencias policiales. Mientras tanto en un intento de criminalizar al movimiento antifascista, los periódicos locales hacían eco en sus portadas de la noticia, olvidando mencionar que “los explosivos” no eran otra cosa que sencillos productos de limpieza.
No podemos olvidarnos tampoco de los vecinos de Gamonal represaliados por la protesta popular en Eladio Perlado, ni de nuestro compañero David, injustamente condenado y encarcelado por los todopoderosos jueces de nuestra ciudad, gracias a al falso testimonio de la policía nacional. Y es que esta es la triste realidad, el estado español es el país con más presos preventivos de toda Europa, donde jueces y policía gozan de un poder cada vez más ilimitado para vulnerar nuestros derechos, en el que políticos “demócratas” aseguran de forma gratuita haber practicado terrorismo de estado.
¡BASTA YA DE MONTAJES POLICIALES Y JUDICIALES!
Concentración Antifascista, 20 de Noviembre a las 20:00 en la Plaza Roma (Bernardillas).
Concentración Antifascista, 20 de Noviembre a las 20:00 en la Plaza Roma (Bernardillas).
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