Muchas mujeres se presentaron de voluntarias al ejército para remplazar a los soldados del Ejército Rojo caídos al comienzo de la guerra.
Chuikov escribió: "No es una exageración decir que las mujeres lucharon al lado de los hombres en todas partes... Cualquiera que iba al frente veía a las mujeres disparar los cañones, pilotar los aviones en las batallas contra la fuerza aérea alemana o comandar los barcos blindados del Volga que llevaban pertrechos de la orilla occidental a la orilla oriental, y de regreso, en condiciones increíblemente difíciles...
"La mayoría de las tripulaciones de los cañones antiaéreos y de las luces reflectoras eran mujeres... Se mantenían firmes y seguían disparando aun cuando las bombas estallaban a su alrededor, cuando parecía imposible incluso quedarse en su puesto. En medio de los incendios y el humo, en medio de los estallidos de las bombas, aparentemente sin importarles las columnas de tierra que saltaban al aire por todas partes, se mantenían firmes hasta el fin. Por eso, y a pesar de grandes bajas, los aviones alemanes siempre tropezaban con un fuego concentrado y sufrían muchas pérdidas. Las artilleras bajaron docenas de aviones alemanes encima de la ciudad".
Muchos de los más famosos pilotos de bombarderos en los ataques nocturnos eran mujeres.
Chuikov escribió: "No es una exageración decir que las mujeres lucharon al lado de los hombres en todas partes... Cualquiera que iba al frente veía a las mujeres disparar los cañones, pilotar los aviones en las batallas contra la fuerza aérea alemana o comandar los barcos blindados del Volga que llevaban pertrechos de la orilla occidental a la orilla oriental, y de regreso, en condiciones increíblemente difíciles...
"La mayoría de las tripulaciones de los cañones antiaéreos y de las luces reflectoras eran mujeres... Se mantenían firmes y seguían disparando aun cuando las bombas estallaban a su alrededor, cuando parecía imposible incluso quedarse en su puesto. En medio de los incendios y el humo, en medio de los estallidos de las bombas, aparentemente sin importarles las columnas de tierra que saltaban al aire por todas partes, se mantenían firmes hasta el fin. Por eso, y a pesar de grandes bajas, los aviones alemanes siempre tropezaban con un fuego concentrado y sufrían muchas pérdidas. Las artilleras bajaron docenas de aviones alemanes encima de la ciudad".
Muchos de los más famosos pilotos de bombarderos en los ataques nocturnos eran mujeres.
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